sábado, 17 de abril de 2010

Diario - Día 97

De nuevo escribo la reseña diaria con retraso. Ayer volví a salir, y al volver a casa, pues como que no habían muchas ganas de escribir nada. Además, a saber que habría podido escribir en mis condiciones. La verdad es que por la noche llegué agotado entre cansancio, sueño y unas terribles agujetas, aunque curiosamente todo eso ha desaparecido tras una buena noche de sueño reparador.

Al despertarme vi con alegría que había bajado algo de peso, pero a la vez también había subido mínimamente el porcentaje de grasa corporal. Bueno, esas cosas pasan a veces, tampoco es un cambio que merezca la pena destacar.

Empecé con la rutina habitual. Tomar la pastilla de Lipo6X, el complejo vitamínico y una pastilla extra de vitamina C. Separar 20 bayas de goji y tomárselas. Y finalmente juntar algunos copos de avena y algo de muesli en un bol, añadirle un cacito de proteína, mezclarlo con leche desnatada y todo para dentro.

La mañana fue tranquila aunque con mucho trabajo. La sorpresa me la llevé cuando me llegó un paquete de Barcelona con un pedido que había hecho para probar algunos productos que me había comentado el colega TonyBcn (un saludo!). Dos preparados de la marca Kot, altos en proteínas y bajos en índice glucémico. En concreto pedí unas natillas de chocolate con 14.4g de proteínas, 2.1g de carbos y 0.7g de grasa cada una, y un pastel de cereza con 14.9g de proteínas, 4.2g de carbos y 0.4g de grasa cada porción. Una buena forma de darse un caprichito o premio sano de vez en cuando.

Para comer me preparé una sopa de pescado con fideos integrales, y me calenté en el microondas un poco de pollo con verduras del que venden congelado. De postré me decidí a probar el pastel de cereza.

La preparación del pastel fue muy sencilla. Puse 80ml de agua en una taza y lo mezclé bien con el sobre de producto que viene. Luego lo metí en el microondas a 450W durante 1 minuto y 40 segundos y de ahí a la nevera para que estuviera fresquito al terminar de comer. El sabor estaba muy bien, y la textura también era la esperada. Tal vez un poco más de dulzor sería perfecto, pero con ese valor nutricional no me voy a quejar. La porción parece pequeña, pero una vez te la comes quedas completamente saciado y lleno. Es lo que tienen las proteínas, que llenan muchísimo. Si hubiera tenido más hidratos de carbono y azúcares, con la misma ración me habría quedado con hambre y con ganas de más.

Por la tarde continué trabajando hasta que llegó la hora de ponerme con los ejercicios. Unos 40 minutos antes me tomé otra pastilla de Lipo6X y una de L-Carnitina para no andar falto de energía y estimulantes. Fue una sesión dura y larga, en la que incrementé las repeticiones del encogimiento de hombros para trapecio y el curl martillo. Tras la sesión, tenía los brazos terriblemente cansados e incluso algo doloridos por las agujetas en los tríceps por los ejercicios del jueves.

Tras eso una hora de cardio en la elíptica. Es increíble lo rápido que pasa el tiempo cuando haces pesas, pero lo lento que pasa durante el cardio.

Como ya he dicho al principio, por la noche salimos. Primero a cenar fuera a un restaurante japonés (lo ideal para tomar una comida alta en proteínas). Toda la cena fue perfecta, hasta llegar al postre cuando me trajeron unas fresas con azúcar por encima. Tendría que haberlas devuelto y haberles pedido que me trajeran unas sin ese veneno, pero no tenía fuerzas para ponerme a pelear, así que me comí las que no estaban manchadas de azúcar y el resto las dejé.

En resumen fue un buen día, y un gran descubrimiento lo del pastel proteico de cerezas. Un poco caro (poco más de 2€ por ración), pero después de todo los postres de cualquier restaurante cuestan mucho más, y no es tan caro para tomarlo de postre o merienda una o dos veces a la semana.

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