jueves, 15 de abril de 2010

Diario - Día 95

Ayer, con la escusa de que era día de descanso, también hice descanso del diario. La verdad es que salí a cenar fuera y cuando volví estaba demasiado cansado para escribir nada.

Quizás lo más destacable del día fue que al fin colgué la barra para hacer dominadas. Las paredes de mi casa son de pladur, y muy débiles. No quiero estropearme las paredes, así que busqué por algún tiempo algún sitio donde hacer las dominadas tranquilamente. Es curioso, pero ayer mientras me ayudaban a colgar la barra en el trastero del parking, me sugirieron algo en lo que no había pensado: colgar dos cuerdas de la viga del solarium del tejado y pasar un tubo por ambas. Con unas cuerdas fuertes no debería tener problemas para hacer las dominadas allí. Estoy pensando que en verano el trastero será un horno, así que tal vez me suba al tejado para hacer allí las dominadas con ese invento casero.

Ayer desayuné como es costumbre, aunque un poco agobiado por el estrés del trabajo. De nuevo se me olvidó tomar el almuerzo, aunque con el desayuno que me pego es normal luego no tener hambre. En la comida me hice una ensalada: lechuga batavia, zanahoria, champiñones, 2 latas de atún 0% grasa, algunos palitos de cangrejo y algunas aceitunas. Una buena comida con la que terminé lleno a reventar.

Por la tarde merendé bastante mal. No estoy seguro si fue cosa del estrés por el trabajo y los plazos de entrega o por ser día de descanso y no andar controlando las comidas al detalle, pero la cuestión es que me comí una barrita de proteínas con arroz y una barrita sacialis de chocolate blanco. Demasiados hidratos, y demasiados azúcares.

Cuando llegaba la noche se me había olvidado descongelar algo para cenar, así que buscando alternativas decidimos salir a cenar fuera, al japonés de costumbre. Fue una velada tranquila, porque el restaurante estaba casi vacío. Creo que había más empleados que clientes. Para cenar tomé una ensalada de pepino, una sopa de miso, una ración de sashimi variado y dos raciones de sushi variado. Se que tengo que evitar el sushi por las noches con todo su arroz glutinoso, pero está tan bueno que me resulta imposible. De postre no íbamos a tomar nada, pero nos dijeron que tenían fresas. Hay que ver, que buenas que estaban.

Al volver a casa, estaba destrozado. Se me había acumulado todo el cansancio del ejercicio de los días anteriores, con el cansancio mental causado por el estrés laboral, y la caminata de vuelta a casa. No tardé mucho en ir a dormir.

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