viernes, 19 de marzo de 2010

Truco motivacional 2: Objetivos

Una forma de mantener la motivación mientras se pierde peso y no desviarse del objetivo final, consiste en ponerse objetivos secundarios que puedas ir logrando durante todo el trayecto. Por ejemplo, marcar etapas de 10kg o de 5kg, según el peso que tengas que ir bajando.


Si tu objetivo final consiste en perder 25 Kg de grasa, debes hacerte a la idea de que el camino va a ser largo, seguramente tardarás 1 año o más en alcanzarlo. Para mantener la motivación y tu fuerza de voluntad durante tanto tiempo, es fundamental marcarse pequeños objetivos secundarios, pero también lo es si tu objetivo solo es bajar 6 Kg para verano.


Ahora bien, hay dos formas de motivarte mediante objetivos.

Puedes marcarte un objetivo temporal, con el que tienes que alcanzar un peso determinado en una fecha concreta. Intenta que el objetivo sea un reto, pero que sea realista. Un reto interesante es perder 5 o 6Kg de aquí a dos meses. A medida que pasa el tiempo sabes cuanto te queda, y si una semana no pierdes lo suficiente, la siguiente puedes darle más duro a los ejercicios para bajar un poco más.

Personalmente, esta forma de motivarse no me gusta tanto, ya que el ansía por llegar a un peso determinado para una fecha concreta, te puede llevar a reducir en exceso la comida y con ello forzar que el organismo se ponga a ahorrar energía.

Siempre que seas constante, y no toques la comida, más que para sustituir algún capricho ocasional (una cerveza el viernes, o un trozito de chocolate el sábado) por algo más sano, estará bien. Pero si tus ansias por cumplir el "plazo de entrega", te llevan a reducir las calorías que tomas, es mejor que te olvides de esa carrera.

La otra forma es el premio del ganador. Lo llamo así, porque en lugar de marcarte un objetivo en el tiempo, solo te marcas un objetivo de peso. Cuando llegues a tu peso objetivo, podrás "celebrarlo", permitiéndote un premio. El premio siempre es personal para cada persona, pero intenta llevarlo siempre con moderación.

Por ejemplo, puedes marcarte un objetivo secundario cada vez que pierdas 5 kilos. Puedes tardar, mes y medio o dos meses en alcanzarlo, pero una vez lo logres no hay nada mejor que disfrutar de "tu premio". Permítete una comida o una cena con tu comida favorita, teniendo aun en mente cantidades, pero sin preocuparte de calorías. También puedes decidirte por salir el fin de semana siguiente al cine, pillando unas buenas palomitas y una bebida. Tu sabes cual es ese pequeño premio, que te mueres de ganas de cumplir.


Es posible, que ese premio te lleve a recuperar unos gramos de peso, aunque aun así merecería la pena. Es difícil que tu cerebro resista mes tras mes la dura disciplina de una dieta controlada y ejercicio, si no tienes una pequeña válvula de escape.

El premio es tu válvula de escape, y no solo lucharás por poder disfrutarlo, sino que te servirá para aliviar la tensión de la dieta, y que tu cuerpo no se acostumbre demasiado a la comida sana.

La pérdida de peso es un maratón, en el que lo importante es la resistencia y mantener un ritmo constante. Cualquier pequeña ayuda que te motive para continuar un poco más, es de agradecer.

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