sábado, 6 de marzo de 2010

¿Qué comer?, 6ª parte - Los ácidos grasos esenciales

En la entrada anterior ya hablamos de las grasas en general, y vimos que con moderación no todas las grasas son malas, e incluso son necesarias para nuestra salud. Este es el caso de los ácidos grasos esenciales. Como están tan de moda últimamente, he decidido hablar un poco más en profundidad de ellos.

Estos ácidos grasos son esenciales, porque nuestro cuerpo los necesita y no puede fabricarlos por si solo. Solo pueden obtenerse de los alimentos. El cuerpo los almacena para su uso en funciones hormonales, pero aun así no conviene tomarlo en exceso para evitar acumulaciones no deseadas.

Entre estos ácidos grasos, el más famoso últimamente es el Omega-3, que podemos obtener sobretodo del pescado azul. El consumo de estas grasas reduce la presión arterial, previene los coágulos y reduce los triglicéridos en sangre.

¿Qué es el Omega-3?
Los ácidos grasos Omega-3 son en verdad un grupo de ácidos grasos con características químicas similares. Entre ellos, los importantes son ALAEPA y DHA. Los estudios muestran que EPA y DHA son los ácidos que realmente tienen efectos beneficiosos para nuestro corazón.

El Omega-3 se ha hecho famoso por la publicidad y el marketing, sin embargo, no todos los productos que anuncian son igual de buenos. Muchos productos en verdad lo que llevan son dosis incrementadas de ALA (procedente sobretodo de aceites vegetales). Una vez en el organismo, el ALA se convierte en DHA, por lo que es cierto que se aprovecha, aunque no de forma tan eficiente como el proveniente del pescado.

La EPA y el DHA en verdad llegan a nosotros atravesando toda la cadena alimenticia. Ambos ácidos grasos son generados por microalgas que viven en el mar, las cuales son ingeridas por los peces, quienes las almacenan en su organismo. Por tanto, podemos obtener estos ácidos grasos del pescado azul y de algunos tipos de algas.

Ahora bien, ¿por qué son buenos para la salud? Porque estimulan la circulación de la sangre, reducen la presión sanguínea y regulan los niveles de colesterol LDL y HDL (como vimos en la entrada anterior).

Algunos estudios también indican que pueden prevenir y reducir los efectos de ciertos tipos de cáncer (pecho, colon y próstata). Otros estudios también relacionan la EPA con la conservación de la memoria.

Ya, pero, ¿cómo afectan a la perdida de peso?
Si quieres perder peso y tener una salud de hierro, aléjate de las grasas saturadas y concéntrate en las monoinsaturadas, poliinsaturadas y en los ácidos grasos esenciales. Eso sí, con precaución y mucho ojo, porque un exceso de consumo pueden incrementar tus reservas.

Para perder grasa no debes cortar de raíz todo el consumo de grasa o tu salud se resentirá

Como experiencia personal, puedo añadir que en mi familia siempre hemos tenido el colesterol alto, e incluso mi abuela materna murió de un trombo. Mi madre siempre ha llevado mucha medicación por problemas de espaldas, y a esa medicación tuvo que añadirle las pastillas para el colesterol, que a duras penas le hacían efecto. Para intentar ayudarla, le compré un suplemento de Omega-3 (660mg de EPA y 440mg de DHA) a base de aceite de salmón (bastante natural) y le sugerí que comiera más pescado. Al cabo de unos meses, su nivel de colesterol y su presión arterial se habían reducido mucho. El médico le retiró las otras pastillas para el colesterol, y ahora mantiene sus niveles sin problemas solo con el suplemento de aceite de salmón.

Yo también he tenido siempre altos mis niveles de triglicéridos (a 199mg/dl), colesterol (219mg/dl) y LDL (149mg/dl), pero entre este suplemento de Omega-3 y una dieta rica en pescado azul (sobretodo salmón, atún y emperador) he conseguido reducirlos y mantenerlos a raya.

Es una cuestión de salud muy seria, por lo que animo a todo el mundo a no olvidar en su dieta los ácidos grasos esenciales y a realizarse análisis regulares para vigilar el nivel de LDL.

0 comments:

Publicar un comentario