sábado, 10 de julio de 2010

Las patatas

Las patatas se han ganado una inmerecida reputación como alimentos poco sanos que engordan, así que mucha gente se sorprenderá que los ponga justo en la lista contraria, en la de alimentos sanos que podemos tomar para perder peso.

Bueno, la patata cumple todos los criterios para ser un buen carbohidrato complejo. Son naturales, no un producto refinado, algo que siempre se tiene que tener en cuenta. Contienen fibra, vitaminas y minerales. Son un alimento saciante y además bajo en calorías. Venga, 100gr de patata contienen solo 77Kcal, 19g de carbohidratos complejos, 15g de almidón, 2.2g de fibra dietética, 0.1g de grasas y 2g de proteínas. Unos valores muchísimo mejores que cualquier pasta o arroz del mercado.

Y aun así, las apartamos de nuestra dieta (yo el primero, hace tiempo que no como patata, pero me gustaría cambiar eso pronto). ¿Por qué?

Hay dos motivos que le han ganado a las patatas su mala fama. El primero es que se pueden preparar de muchas maneras distintas, y no todas ellas son sanas. Cuando hablas de patatas, lo primero que le viene a la gente a la cabeza son unas patatas fritas o unas patatas bravas cargadas de salsas. Bueno, las patatas no son las malas de la peli, lo malo de verdad es lo que las acompaña para que no sepan tan secas, insípidas, etc...

El segundo motivo por el que mucha gente suele evitarlas es porque solo miran su índice glucémico. La patata suele aparecer con un índice glucémico alto, sin embargo, nunca se toman solas. Al comer la patata con otros alimentos, la carga glucémica se reduce muchísimo, y por tanto todos sus efectos sobre la insulina.

La forma de cocinar las patatas también afecta mucho al resultado, y en especial a su índice glucémico. Las patatas al horno conservan el almidón, lo que reduce mucho la velocidad de absorción de los carbohidratos y por tanto su índice glucémico. Por otro lado, al hervir la patata, su índice glucémico se dispara.

Está claro que comerse una patata hervida (a pesar de su alto IG) junto con otras verduras y hortalizas hervidas, va a tener unos efectos mínimos sobre nuestro nivel de insulina, ya que la carga glucémica de toda la comida será muy baja. Por supuesto, una patata al horno siempre será un acompañamiento ideal para cualquier plato de pescado o carne.

Estar a dieta para bajar de grasa, no es excusa para sacar las patatas de nuestra dieta. Si no abandonamos el pan o la pasta integral (que tiene entre 3 y 4 veces más calorías que la misma cantidad de patata), ¿por qué vamos a despreciar la patata? Como pasa con el resto de alimentos, lo importante es saber cuando y como comerla.

1 comments:

DaNna Su, Tu historia en mi blog! dijo...

me pareció increible este artículo nunca imaginé esto sobre la papám me dió gusto porque es de mis alimentos favoritos, gracias!

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