martes, 27 de julio de 2010

Diario - Día 198

Parece que al fin recupero el diario tras unas semanas de descanso. Esta mañana volví a salir con la bici antes de desayunar, en total fueron 12.61Km en unos 41min, con unas pulsaciones entre 140 y 155. El podómetro del móvil me ha calculado que han sido unas 400Kcal lo que he quemado esta mañana.

Nada más volver me preparé el desayuno, como siempre con avena, muesli, algunos trozos de nuez, el cacito de proteína whey y la leche desnatada. Entre unas cosas y otras, esta mañana se me volvió a pasar la hora del almuerzo, al final voy a tener que ponerme una alarma en el móvil o algo para recordar que tengo que almorzar.

La comida ha sido fuera de casa, así que no la he podido controlar demasiado. En concreto me he tomado una mini-ensalada con lechuga, zanahoria, medio huevo duro, una lata de atún y algunos hilillos de surimi. También un plato de espinacas con garbanzos, bastante bueno y de postre un melocotón.

El ejercicio con las pesas por la tarde, también ha sido bastante intenso. Continuo con el mismo peso de semanas anteriores, aunque he aumentado el número de repeticiones. Por ejemplo, la semana pasada incrementé el peso de las aberturas de 8 a 10Kg, y hoy he aumentado las repeticiones de las 8 de la semana pasada a 10. Entre el press inclinado y estas aberturas, tengo el pecho totalmente agotado.

En el curl en pronación también he aumentado el número de repeticiones de 8 a 10, con los 14Kg que empecé a cargar la semana pasada. El esfuerzo ha llegado hoy a tal punto que en la última repetición de la última serie, perdí toda la fuerza del brazo izquierdo (sobretodo en el antebrazo) y la barra casi se me cae al suelo. Parece que al fin empiezo a rozar el límite de mis fuerzas, eso está bien.

Como de costumbre, he tomado proteína de suero de leche con un poco de miel, tanto antes como después del ejercicio. La de después ha ido acompañada de un poco de queso fresco batido, bien cargado de caseína.

La cena ha sido más complicada. Con la nevera casi vacía y sin haber descongelado nada por adelantado, he tenido que improvisar un poco. Me he comido un centro de pavo recalentado al microondas con unas cuantas tostadas. Se que los carbos energéticos de las tostadas no son buenos por la noche, pero sentía que los necesitaba.

Ahora un poco más de caseína en forma de queso fresco y a la cama a recuperar fuerzas para una nueva sesión de cardio vespertina.

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